viernes, 22 de abril de 2011

Pero...

-¿Y tú, qué crees? - Me preguntó, tras largos minutos de silencio.

-¿Yo? Sinceramente, ya no se qué creer. Hemos dado tantas vueltas en este tiempo… Subidas, bajadas, días mejores y peores, alegrías y tristezas. Demasiadas. Cambios repentinos, pasé de estar arriba, tocando el cielo, a darme de bruces contra el suelo, y justo cuando empezaba a remontar el vuelo, me estrellé de nuevo. Me pregunto si esto es así, si tiene que ser así porque no queda más remedio, porque le pasa a todo el mundo y es lo normal, o si más allá de sus dominios hay algo más, algo perfecto, sin fallos, sin errores…

-Eso es imposible. Te empeñas en buscar la perfección, cuando tú no eres perfecto.

-¡Pero podría serlo! Puedo mejorar, lo sé, y estoy en ello.

-¿Y para qué quieres mejorar? ¿Para ser más feliz? ¿Para estar a la altura de la perfección? ¿De verdad crees que puedes llegar tan alto?

-Puedo llegar tan alto como me proponga

-Sí, eso es verdad, y admiro tus ganas de superación. Pero si te sigues exigiendo tanto, acabarás por explotar, y más si nunca pones manos a la obra. Además, una cosa es querer superarte, y otra la perfección. No tiene nada que ver.

-Creo que llevas razón. Quizá la perfección sea inalcanzable, pero me ayuda a establecer un objetivo por el que luchar y esforzarme. Por el que ser mejor.

-Eso es. No puedes olvidar que lo verdaderamente importante, es esforzarte por y para ti. No para recibir una recompensa externa, tome la forma que tome. No puedes exigir más a los demás cuando tú tampoco lo das. Ni para rellenar huecos que son tuyos y que te corresponde a ti ocupar. Acabarás agotándola a ella y a ti mismo.

-Vaya, no lo había visto de ese modo. Entonces, ¿qué debo hacer ahora?

-Yo no lo sé, no tengo todas las respuestas. Recuerda que estás hablando contigo mismo. Sólo te cuento lo que ya sabes. Lo que a veces olvidas. Debes esforzarte por recordar lo que sabes, y aprender lo que desconoces. Pero poco a poco y en su justa medida.

-Gracias, lo intentaré.

-Y no te olvides del presente, disfruta, despéjate, te ayudará a verlo más claro. Te lo digo por experiencia...

jueves, 14 de abril de 2011